Típicamente, y en algunas zonas de manera obligada, se establecen en edificios históricos o de construcción tradicional de la comarca. Dentro de las distintas categorías existen varios tipos entre los que se pueden destacar:
- Casa rural;
- Alojamiento rural;
- Agroturismo;
- Turismo infanto-juvenil;
- Turismo ecológico;
- Turismo cultural;
- Hotel Rural;
- Centro de turismo rural;
- Albergues;
La alta proliferación de esta fórmula de turismo está provocando un gran crecimiento de la oferta de estos establecimientos, llegando a la masificación de algunas comarcas, así como la aparición de casos de ejercicio de la actividad de manera poco ortodoxa, ilegal e incluso en condiciones no recomendables.
La comercialización de alojamientos rurales se realiza mayoritariamente por Internet a través de portales de turismo rural especializados, donde se agrupan los establecimientos en función de sus calidades, características o ubicaciones.
La diversa legislación autonómica sobre la materia, si bien ayuda a preservar el tipismo e idiosincrasia de los alojamientos, es un fuerte obstáculo a nivel externo para la promoción adecuada a nivel internacional, y a nivel interno, por la confusión que crea en los usuarios.
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